Todas las personas nacemos con cualidades tanto externas como internas, pero no todos QUIEREN emplearlas POR ENCIMA de CONVENCIONALISMOS. Así surge el conflicto: ¿Soy yo mismo, o, debo ser aquello que los “demás” quieren que yo sea?
La sociedad no pretende entender qué clase de ciudadanos comprende la idiosincrasia del país y emplea medios y miedos para enfrentarnos a unos contra otros y contra nosotros mismos. Curiosamente, mediante técnicas publicitarias y direccionismo educacional –combinado con cierto tipo de políticas y de políticos- socialmente se suple con ritualismos que dirigen a los individuos a adaptar su conducta, su pensamiento, su diversión y sus aptitudes a modas, caprichos y formas muy particulares de actuar –por ejemplo en el trabajo por exigencias de la empresa-, llegando hasta tal punto que lo mejor de nosotros –sobre todo si somos mujeres sin familiares o amigos en la política-, desprovistas de la capacidad de dilucidar, como mal menor se nuestra cualidad laboral se queda en el cubo de fregar, el palo de una escoba, tras el mostrador de un comercio, en el manejo de un instrumento de trabajo o en la barra de un bar. No se nos permite capacidad para aprender o instruirnos por nuestros propios medios.
Esta desorganización inductualizada (es decir, inducida veladamente) conduce a la infelicidad, la frustración, el DESORDEN tanto en lo social como en lo individual.
Deteniendo en sus inicios el hábito de la reflexión, del examen y de la búsqueda de lo que nos conviene más o mejor, además de sumergirnos en la frustración y el malestar -con contrariedad de por vida-, ya seamos ricos, pobres, empresarios, obreros, listos, tontos, jóvenes, viejos, trabajadores o desempleados… nos aliena y nos reduce al sentimiento de soledad más indeterminado y extenso.
A la "Sociedad" no le importa qué sentimos, qué somos, qué buscamos, qué nos interesa, qué queremos... NO. Nada importa nuestra personalidad. En el movimiento de criba que efectúa se favorece primariamente a ciertos sectores con dinero. Son los que se mantienen y no caen, aún cuando su ámbito de vida se torne mimético, pequeño, constreñido y de servicio.
"No habría reyes si no hubiera súbditos".
Cierto: tal sistema no se sostendría si no tuviera intereses muy entretejidos en lo largo de la historia, si las envidias se descartaran frente al sentimiento del respeto y, si la igualdad de oportunidades fuese real….
La educación fomenta “el sentir competitivo”; yo creo que debería hacer hincapié en un sistema responsable y respetuoso, de valoración individualizada real, estimulando las características de la edad, las aptitudes y la formación individual. Por otro lado, el Estado puede realizar estudio distributivo entre estudiantes actuales y posibilidades de futuro. Con programas informáticos es posible calcular con mucha aproximación.
Pero lo peor es, que sin tales "reyes", los "súbditos" se morirían vomitando espuma de la rabia porque, quien se somete a algo o a alguien primordialmente potente, rico, famoso, construye su pensamiento pensando que un día, ellos ocuparán las vacantes de quienes hoy les mandan y someten, pudiendo llevar a cabo la venganza contra quienes le subyugaron.
Quienes entienden qué es la libertad, quienes saben qué implica SER RESPONSABLE y PROFESIONAL, tienen personalidad, pero... al día de hoy están obligados a agarrarse a los bordes marginales de tal sociedad porque MUCHOS son excluidos, denostados, rechazados, temidos, envidiados, copiados, incomprendidos, por sistema. Ser alguien con personalidad implica una gran formación unas características personales de generosidad, respeto, comprensión, piedad, etc, que molestan porque traspasan las líneas del sometimiento, de las líneas, de los “normalismos” de la sumisión listada.
Y...
"CUANDO NO HAY PERROS, LAS RATAS SON LAS GUARDIANAS"
Uno de mis ejemplos favoritos es imaginar que... un pelo es muy fácil de romper, pero si unimos un mechón..., es más, si formamos una trenza, nadie podrá abusar, pero sobre todo, cada uno tendremos nuestra oportunidad de SER LO QUE SOMOS tras nuestro esfuerzo y en lo que la naturaleza nos ha dotado.
Si esta mentalidad de individualidad general avanzara, iría quedando evidente que el PODER y las riquezas de algunos de los que “suben”, lo es en detrimento del bien general o, en mínimo, tumbando o zancadilleando a alguien que nos tiene por amigo/a. Si se permitiese más libertad personalizada, habría, desde los inicios de la educación, más respeto, mejor organización; no habría miedo por las diferencias de la lengua, del territorio, de la personalidad. El reparto de funciones mejoraría desplazando el abuso y el partidismo exclusivo.
El problema de los individuos adictos al poder por el poder, acostumbrados a servir al poderoso –por aquello de las migajas-, es por lo que no sólo no saldrán de ahí por su "buena voluntad" sino que no podrán jamás ni conocerse a sí mismos, ni sentirse, ni desarrollarse ni crecer en su personalidad. Están en tal grado de obsesión fanática, que sólo pueden cultivar la hipocresía, la frialdad sentimental y la crueldad, para no perder el punto de mando adquirido en el papel que le han asignado (primordialmente a través de un trabajo priviligiado desde la política o desde la universidad).
Han estudiado, si; aquello que otros le han dado a estudiar -que no siempre es una información veraz ni oportuna y que no es, precisamente, la que necesite para "crecer" internamente.
Desde allí pierden la capacidad de estudiar sus propias posibilidades, sus capacidades, sus intereses personales y sociales. Dejan de sentirse a sí mismos y sólo practican maneras aprehendidas por imposición frontal o encubierta, es decir: la hipocresía. “UNO”, no puede exponer sus propias dudas, opiniones o preguntas… sólo puede ser un sujeto pasivo ante “los superiores” que le han correspondido. Si alguno de entre ellos quisiera buscar otro camino, tendrá en contra desde sus familiares, sus amistades, a sus subordinados y conocidos. Le será imposible continuar su propia formación, elegir su trabajo, conocer a verdaderos amigos etc. Una persecución “invisible” que si bien no se ve, sobre todo sí se sufre en soledad hasta los bordes de la locura, hasta los bordes de SÍ.
Posiblemente, sus compañeros sumisos, obedientes y pasivos, lograrán el poder visible y, cuando la sociedad les saque de la asignación que por delegación en comicios ostentan, les estará esperando la lustrosa empresa S.A. que “sus predecesores” ya tiene absorbida del legado social. Vendrá a ser cabeza de cadena empresarial dependiente con una larga lista de "obreros" a sus pies.
Evidentemente, será un “religioso practicante” pues no existe el sentimiento jerárquico sin una cabeza “divina”. Pero pertenecerá a aquellos a quienes les place la guerra, les gusta el dinero, el poder, la sumisión de los demás, no importándole los medios para obtener los pretendidos fines.
En mi opinión, sería bueno para TODOS que, quienes estén a la CABEZA supieran ser planificadores del bien general en lugar de LOBOS contra caperucitas; que supieran distribuir lo que hay, generar lo que puede haber, mentalizarse del sentido del mundo conocer las características del SER HUMANO... y contagiar a cada individuo de tales valores... TODOS IGUALES en las mismas posibilidades con sólo los TOPES que nuestra personalidad natural evidencie.
¿Por qué tener miedo de ser independientes y responsables capacitados para asumir nuestro PROPIO papel en el mundo desde pequeños?
¿Por qué tener miedo de entender que no es el PODER quien tiene que entender de política, sino la POLÍTICA quien tiene que entender que su interés NO ES el PODER porque el poder NO ENTIENDE DE POLÍTICA?.
